Sanidad Ambiental e Higiene Alimentaria

 

No podemos y basados en los principios actuales, entender el control de plagas como el concepto de la aplicación sistemática de biocidas, es decir, la aplicación continuada de cualquier insecticida-acaricida, rodenticida, desinfectante, para el control de inséctos,
ácaros, roedores, gérmenes que presenten un problema para el hombre, ya sea de
salud, económico o cualquier otro.

 

Para el control de cualquier tipo de plaga debemos tener en cuenta:

 

Si consideramos que el Potencial biótico es la capacidad del artrópodo para multiplicarse sin que tenga fuerza contraria que lo impida, y la Resistencia del medio, a los factores que contribuyen a disminuir la multiplicación de la especie, tanto por factores abióticos como los bióticos, la Abundancia de dicha especie sería el resultante del cociente entre ambas variables.

 

Además a quedado demostrado durante muchos años la rápida resistencia que dichos
artrópodos ofrecen a los biocidas empleados, ya sean organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretrinas, etc. Por tanto no podemos entender dicho control sólo como la aplicación de biocidas.

 

Por todo lo anteriormente expuesto, debemos buscar fórmulas alternativas que
engloben un
"Control Integral" fundamentandose en lo Planes Generales de Higiene para cada lugar a controlar, determinando niveles de infestación en las diferentes fases (monitorización), estableciendo límites críticos, medidas preventivas,
procedimientos de vigilancia y acciones correctoras.

 

Busquemos el Valor Añadido que aporta la Gestión Integral, como garante de control, evitando la proliferación y minimizando los riesgos de la utilización en exclusiva de productos químicos

 

 

 

 

 

ES UN DEBER PARA CON LAS GENERACIONES FUTURAS.

"CUIDEMOSLO"