Agua fría sanitaria

Las instalaciones de Agua Fría de Consumo Humano son esenciales en la vida actual.

Están constituidas por diversos elementos como, depósitos, bombas, tuberías, etc, que deben estar en perfectas condiciones para garantizar que en su interior no se produzca un desarrollo microbiano. Estas instalaciones estan contempladas en el REAL DECRETO 865/2003 de 4 de Julio, por los que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la Prevención y Control de Legionelosis, siendo catalogadas de "menor probabilidad de proliferación y dispersión de legionella".

Los circuitos de Agua Fría de Consumo Humano pueden ser muy variables, no obstante, en lineas generales, están constituidos por un aporte de agua, uno o varios depósitos interedios de acumulación y la red de disribución.

En los circuitos de agua de consumo humano, los criterios de actuación se deben basar, por una parte, en garantizar la calidad microbiológica en el agua de consumo, y por otra, en conservar en perfecto estado la red de dsitribución evitando procesos de incrustaciones calcáreas y/o corrosión.

Las aguas de red suelen cumplir con la legislación vigente y poseen normalmente un
desinfectante residual que las protege de la contaminación microbiológica. No obstante, se debe tener presente que cuando existe un depósito intermedio de acumulación, los gases disueltos en el agua (cloro o dióxido de cloro) se irán evaporando progresivamente hasta que desaparezcan por completo. Además este efecto se acentuará en épocas de altas temperaturas.

Además de garantizar la desinfección del agua, regularmente debe comprobarse que no
existen procesos de corrosión ni de incrustaciones calcáreas. Los oxidos formados en procesos de corrosión actuan como nutriente y favorecen la formación de una biocapa donde puede proliferar la Legionella